El pasado viernes, 31 de Marzo, impartí una conferencia a los alumnos de la asignatura COMPOSICIÓN III, de cuarto curso de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de San Sebastián (E.T.S.A.S.S), por invitación del profesor Javier Cenicacelaya.
La charla se centró en una exposición del sistema de construcción en módulos prefabricados de paja y en mi experiencia profesional en el ámbito de la bioconstrucción.
Comencé compartiendo con los alumnos la manera en la que se me planteó proyectar viviendas ecológicas de características tan particulares en el año 2013, y de cómo veía entonces la bioconstucción, mis expectativas como arquitecto que comenzaba su carrera profesional y mis inquietudes de cara a explorar facetas poco conocidas.
Tras una puesta en situación de cómo conseguí un primer encargo para una vivienda ecológica, mostré el proceso de concepción del sistema constructivo. La intención principal era marcar una diferencia entre las viviendas de paja y barro que los alumnos podían tener en mente y las viviendas diseñadas mediante módulos estandarizados de madera y paja.
Existe una corriente global de bioconstrucción, que intenta aunar conocimientos entre diferentes figuras como naturistas, agricultores, técnicos y promotores vinculados con el ecologismo. Tanto los alumnos de la escuela de arquitectura de San Sebastián que tenía delante como yo hace unos años pensabamos que el tipo de construcciones resultantes de dicha corriente eran pequeñas obras de escasa entidad arquitectónica, cabañas irregulares autoconstruídas por personas con poca o ninguna formación técnica. Algo que, una vez estudiado a fondo, es totalmente erróneo, ya que pueden levantarse edificaciones de gran valor y con un altos niveles de profesionalidad. El concepto clave en el diseño, en este caso, es la tecnificación del material. Partiendo de materiales naturales y de origen local, tras un grado muy bajo de transformación en taller, forman un componente constructivo fácil de almacenar, transportar y colocar en obra, que es utilizado como muro de carga estructural, cerramiento y aislamiento térmico-acústico, lo que resulta en un sistema constructivo altamente eficiente en términos de uso de energía primaria y huella ecológica. Por lo tanto ya no hablamos de simples casas de paja y barro, sino de viviendas a base de módulos prefabricados y estandarizados con resultados realmente profesionales durante su vida útil y con un bajísimo impacto ambiental. La combinación de este sistema con otras medidas de arquitectura pasiva como el aprovechamiento solar, los equipos de climatización y producción de ACS mediante energías renovables, el correcto sellado de los huecos y los sistemas de ventilación mecánica controlada consiguen que las edificaciones sigan estándares pasivos con el carácter añadido de utilizar materiales naturales.
La charla concluyó con una muestra de los proyectos desarrollados siguiendo este concepto y una serie de preguntas del alumnado.
Agradezco enormemente la oportunidad brindada por el profesor Cenicacelaya y la atención mostrada por los alumnos.
